No hace falta que me pidas lo que necesitas, solo basta ver tu mirada para que esta me diga, lo que llevas guardado, y que por andar el camino equivocado, no me ha sido posible que te pueda dar.
No hace falta que me pidas que te bese, si tus labios lo piden y gritan, y así mientras mi corazón agitas, trato en vano de poderte complacer, en este amanecer.
Pues la luz del día, me ha traído otros recuerdos, de amores prohibidos que llegan a mi mente, y me transportan a otros escenarios, aquellos que vivo a diario, confundido entre mucha gente.
Y así mientras trato de enfocarme en tu figura, me azotan esos momentos de amargura, que me impiden saciar completamente, esos deseos que llevas en tu mente.
Es imposible no ser presa de tu presencia, aunque debo confesar, es más grande mis ganas de poderte besar, cuando estás en ausencia, pues esa necesidad que has generado, me deja en un espacio muy recordado.
Así que no me pidas que te ame, eso fluye como agua bajo el puente, solo necesito ordenar a mi mente, y echarnos a navegar, en este mundo de amores prohibidos y quizás muy poco comprendidos.
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