Que te está dejando de enseñanza esta pandemia
Que ningún humano es de carne sino de acero
Porque le podrán pasar mil calamidades y siempre empieza de cero.
Que aunque los huracanes le causen pesares
No son lo suficientemente fuertes como para que sus sentimientos los separe.
Porque dentro de cada uno, hay algo mucho más que tegidos.
Y que no hay temporal tan fuerte que derribar su corazón haya conseguido.
Y conseguir que un encierro lo pueda doblegar.
Es algo que el humano no espera que llegue.
Pues hay dentro de si, esa braza que le quema
Y lo transforma de carne al acero, y que sus latidos eleva.
Y los eleva a dimensiones subliminales
De esas que no siempre son normales.
Transpotandolo a estaciones diferentes
Que lo animan siempre estar con la gente.
Con esa gente de su barriada
Que siempre ha sido parte de su vida agitada.
Y que muchas veces nos deja maltratados
Y otras cuantas con los corazones agitados.
Más eso no es suficiente
Para que dejemos de ser menos materialistas y más consecuentes.
Con cada ser que nos toco amar
Y en este encierro, también añorar.
Añorar vivencias ya pasadas
Con las personas más amadas.
Nos dan esa sensación por momentos de vacíos
Y queremos estar cerca de los tuyos, de los míos.
Más cuando sacas de adentro ese corazón de acero.
Vuelves a sentir que no hay encierro, que te lleve al suelo.