Un pastel, risas, baile,
novios, brindis, una que otra historia
Recuerdos de aquellos
momentos, para guardarlos en la memoria
Como mandan los mandamientos,
los novios se gran amor eterno
Se dan un beso que
sella ese bello encuentro.
Después se van a disfrutar
de ese amor, a solas
Sin testigos, sin más ruidos que el romper de las olas
La entrega es
completa, no hay vergüenza ni tapujos
Todo en ese momento,
es calma, sin apuros.
Llega el primer retoño,
empieza la odisea
De saber compartir el amor
con el recién nacido
Fruto de aquel amor
que llevan por dentro
Y que ha dado su
fruto, luego de tantos encuentros.
Pañales, noches sin
dormir, medicinas, teteros
Los ojos humedecidos,
por el gran desvelo
Ropita de bebé, zapatitos
de encanto
Para ese ser que los
llena tanto.
Ya va a su primer día
de clases, ¡Cómo ha crecido!
Ya dejo de ser un recién
nacido
Ahora quiere cierta
independencia, quiere correr
Desea mirar el mundo,
demostrar que lo puede hacer.
Primer berrinche en el
aula, la maestra lo corrige
Llama desesperada a
sus padres, ellos a l sitio se dirigen
Llegan y lo ven en un rincón
abandonado
Preguntan presurosos ¿Qué
ha pasado?
El pequeñín de una
niña de color se ha burlado
Y eso en esta escuela
no es tolerado
¡Como es posible! Maestra
¿Ud. no se habrá equivocado?
Imposible, su pequeñín
es un malcriado.
Él va creciendo que lo
que hace esta bueno
Y no conoce de
negativas o freno
Siempre lo que quiere
lo consigue
Y sus padres no se
atreven a corregirle.
Ahora con 18, ya es
casi un hombre
Y entre los amigos,
usa otro nombre
El que sus padres le
dieron
Solo lo usa para
cuando está en enredos.
A los 25 con mucho
esfuerzo culmina la facultad
Mas eso lo hizo por
pura vanidad
No sabe ni siquiera cual
es la letra del himno nacional
Es un rebelde, que
está en el mundo de forma irracional.
Conoce al amor de su
vida, una noche de pasión
Después de nueve
meses, nació un varón
La deja abandonada, no
se hace cargo de la criatura
Él es libre, y no
quiere ninguna atadura.
Aparecen los abuelos, para
criar al chaval
Él se desaparece y no aporta
ni con el pañal
El tiempo pasa, el
chaval ha crecido
Al ejército de la nación,
se ha metido.
Muere el abuelo, una
terrible enfermedad lo llevo al cementerio
El pequeñín aparece de
nuevo, y va al entierro
Al regreso organiza
una comida
La pobre abuela, es la
que cocina.
Se van los vecinos y
dolientes
El tan rápido como
puede, los despide diligente
Al día siguiente, ya están
las maletas listas
Y en tiene una nota en
un bolsillo de la camisa.
Coge el móvil, hace
unas llamada discretas
A ratos llega un taxi,
a recoger las maletas
El chofer y el pequeñín
Obligan a la abuela al
taxi subir.
Ella esta
desconcertada, no sabe a dónde la llevan
Pasan unos minutos y
en un sitio la dejan
Allí la recibe una
enfermera, ¡venga, que aquí la esperan!
La colocan en un
cuarto con una sola ventana.
Una cama, una mesa una
lampara
Son lo único que hay
en esa estancia
Ella se abraza a un
retrato, que alcanzo a llevar
No suelta por nada,
intenta no llorar
En días no sale de la habitación,
no prueba bocado
Por más que insistan,
no consiguen que coma
La mata la angustia y
la soledad
No entiende porque su
hijo se llenó de maldad.
Y la envió a ese lugar
frio y oscuro
Si él siempre tuvo lo
que lo que quiso
Y ellos como padres,
nunca se opusieron
A todo aquello que quería,
lo complacieron
Al fin abre la puerta,
y coloca el retrato sobre la mesa
Se queda observando
aquella escena
De cuando fue novia y con el amor coqueteaba
Vestida de novia, y en
los brazos de su pareja, se entregaba.
Llegan a su mente esos
bellos momentos
Donde se juraron amor
eterno
Y hoy el futo de sus
sentimientos
La tiene confinada en
aquel encierro.