Y de pronto, su mirada me derritió
cómo si fuera un chocolate al sol
quise resistirme y esquivarla
más no pude, en mi ya estaba incrustada.
Tal cual luz cegadora en mis pupilas
que un sudor frío me rodaba por las mejillas
no sabía dónde estaba, me tenía hechizado
cosas que yo jamas había experimentado.
Ella, seguia mirándome fijamente
cómo querer escudriñar en mi mente
yo me tambaleaba internamente
no sabía que hacer, ni como responder.
Imagino que está así por largos segundos
que al volver en sí, parecían un mundo
descorcentado tome aliento y la miré
al hacerlo obtuve una cálida sonrisa, y se fué.
No sé si fue un sueño fugaz
o talvez pasó de verdad
aunque al recordar ese episodio, aún siento ese calor penetrante de su mirada
que me transporta a otros escenarios, y me deja intranquilo.
La he buscado entre mis sueños
y allí no aparece.
si fuera así, la evocaria cada noche, para que me acompañe
más eso no sucede, pues creo que lo que sentí, realmente lo viví.
aunque lejos de salir a buscarla, deseo que siga así, como una historia que es parte de mí.
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