Aquel beso a escondidas
Fue justo a la medida
Para despertar en mi
Aquello que esperaba de ti
Y es que ese beso robado
Fue lento y prolongado
Del cual no quería soltarme
Y seguir de tus labios deleitándome.
¡Que ternura al rosarlos ¡
Que inevitablemente me dejaban extasiado
Intentaba recobrar la cordura
Más su dulce sabor, me llevaban a la locura.
¡Ay labios tan delicados ¡
Como los tuyos, jamás he besado
Y lo digo con certeza
Que, con tan solo recordar, pierdo la cabeza.
Como olvidar su néctar y textura
Separarme de ellos era una tortura
Sabían el instante perfecto de aflojar
Para acto seguido, volver apretar.
Cada ligero mordisco
Era como un aditivo nunca visto
Y besarlos eran una verdadera delicia
Que hasta me olvidaba de las caricias.
¡Ay labios que me atraparon ¡
Que a otra dimensión me llevaron
Aquella que no conocía
Y que después de besarlos, solo ellos me apetecían
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