Se aquieta el corazón
En el suelo yace la pasiónUn extraño habita el sendero
Aquel que un día fue un te quiero.
Las caricias ausentes
Hoy están omnipresentes
Agobiadas por los recuerdos
Aquellos que hoy me han invadido.
Un suspiro profundo
Es la más cercana expresión
De los besos robados en su momento
Y que seguramente también son parte de tus recuerdos.
Llegan a mi tu aroma
Aquellos que los percibía con sutileza
Y en los momentos más sublimes
Se impregna Ron en mí, con absoluta delicadeza.
El alma se doblega ante los recuerdos
Y se queda dormida en un rincón
Sin saber si hay salida para esta situación
O simplemente echarse al dolor.
Más recuerdo el sabor de tus besos
De aquellos que aún estoy preso
Por propia voluntad
Pues fuiste el más exquisito elixir, que en mi vida pude encontrar.
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