Buscando el amor

Un día salí a buscar el amor, 

no sabía a lo que me enfrentaría,

solo seguía mis instintos, de una cosa llamado corazón,

que latía con tanta potencia,

que parecería que me quitaría la razón,

aun así, no me detuve por nada,

anduve por ríos y cañadas,

por montes y valles

y no reparaba en ningún detalle, 

solo quería encontrar el amor,

y mitigar mi gran dolor.

Al doblar por una esquina,

sentí como un incon, era una espina,

que se había caído de un rosal,

en el cual el amor se atrevió a pasar,

y al igual que yo, también estaba dolorida,

pues había sido arrancada de su bella flor,

y aunque pretendía mitigar su dolor,

solo atinaba en tratar a ella llegar,

presuroso le pregunte

¿porque insistes en regresar y sufrir?

sí en ese rosal eres una espina más.

atónita ante mi pregunta me contesto

¡si es verdad! sufro y soy una espina más,

pero es mi mundo y no lo puedo cambiar,

aun cuando lastimo a los que se me acercan

es mi naturaleza el de pincharlos

y, aun así, por obtener a la bella flor,

se siguen acercando,

y no les importa el dolor,

ellos solo buscan el amor.

Ante semejante respuesta

deje en el piso mis maletas, 

y me dispuse a volver por el camino

pero oh sorpresa ¡apareció el destino!

y suelto de huesos me dijo fríamente,

¡este no es tu camino, estas buscando en lugar equivocado,

todo aquello que has caminado,

ha sido en vano, pues lo que buscas no está aquí,

está en tu corazón,

ese que te late hasta hacerte perder la razón,

déjalo que llore y derrame sus lágrimas,

así podrá encontrar lo que tanto se ufana en buscar

y es que por siempre el amor lo pueda abrazar,

la razón no es tu impedimento, 

 es todo aquello que has vivido en su momento

y por apego no quieres soltar

y es lo que no te permite al amor encontrar.