Sin imaginar lo que signifique
es lo más cercano a lo imposible
que al observarte muy detenidamente
pueda entorpecer nuestra mente.
La evidencia no es lo que parece
y así sucede muchas veces
nos imaginamos lo peor
y casi siempre caemos en el error.
De juzgar por apresurados
un hecho que creemos consumado
y dejamos pasar ciertos detalles
que podrían ser importantes.
La suspicacia le gana a la razón
y dejamos que nos invada el pavor
de mirar una imagen tan elocuente
y evitamos pensar fríamente.
Seguramente ya te ha pasado
y por apresurado, te has equivocado
de sacar conclusiones antojadizas
y no reparar que te llegan por andar de prisa.
Para, has un alto
no desates una tormenta
que muchas veces sin darte cuenta
es el inicio de una verdadera tragedia.
Por conjeturas a la ligera
dejamos que la verdad se muera
y nos quedamos cruzados de brazos
sin poder recoger del suelo los pedazos.
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