Lancemos al aire, aquel suspiro que nos oprime
y que durante días se repite
que nos deja con la sensación de carencias
de estar separados, por cuidar las apariencias.
Rompamos los esquemas
que el amor haga su tarea, que nos invada la magia
seamos capaces de disfrutar lo que la vida nos ha puesto por delante
seamos disruptivos, y rompamos las reglas.
Dejemos que el corazón nos guíe
y si se equivoca, lo hagamos tomados de la mano
que surquemos el infinito, y también las tormentas
que seamos uno solo, que nada sé interponga entre este sentimiento.
No miremos a la lluvia como una amenaza
más bien aventémonos a disfrutarla y sonreír bajo ella
así nuestras lágrimas no serán visibles
y podamos salir renovados de esa experiencia.
No permitamos que los latidos se conviertan en dolor
que seamos capaces de disfrutar este amor
corramos el riesgo, quizás sea la última locura de nuestras vidas
vivir intensamente aquello que no fue en su espacio ni tiempo
más ahora ha llegado ese momento.
No te prometo que serán de colores todos los días, eso sería elucubrar
lo que si te puedo asegurar, es qué, te voy amar
que no dejaré detalle inconcluso, que estaré allí cuando sientas miedo
cuando sientas que te falten la fuerzas, yo seré tu hombro, y deseches los enredos.
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