Si hacer reproches ni añadiduras
Pasa el tiempo y en vano espero
Que mi alma pueda tener una atadura
Que la lleve a disfrutar de un amor de ensueño
Aunque ser parte de tu vida quisiera
El tiempo es caprichoso y no espera
A qué mi corazón deje de ser de piedra
Y pueda ser paciente sin que parezca una quimera.
Y que vayan los sentidos donde quieran
Hasta que llegue el preciso momento
En qué puedan salir para aflorar afuera
Y sacar de adentro, todo lo que siento.
Aunque eso signifique una condena
De saber que tus latidos pertenecen a otra circunstancia
Y por más que quiera sellar y dejar esta condena
No hay espacio para vivir soñando, con otra instancia.
Pues el aroma de tu infinita fragancia
Ha calado en mi como tatuaje
Que lleva como tinta la piel y tú elegancia
Y hacen de mi tan solo un voraz personaje.
Que vive soñando con bellas señoras
Que aparecen cada cierto tiempo
Y me dejan el sabor incierto de lo que se añora
Pero que ya pertenecen a otro aposento.
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