Agua que recuerda

 

Si algún día te vuelvo a encontrar, no esquives la mirada, regálame esa sonrisa disimulada, que tantas veces disfruté.

Y si el tiempo ha cambiado tu voz, déjame reconocerla en el temblor, como quien escucha una canción antigua que aún sabe consolar.

Aun cuando tu voz haya cambiado, seguro estoy que los sentimientos no, estos están allí, calmados y aquietados.

Como agua que espera en el pozo, sin prisa, sin olvido, guardando el reflejo de lo que fuimos para cuando vuelvas a mirar.

Esa agua que refleja lo que vivimos, y no como un reclamo, sino como un recordatorio de que el amor es más que un instante.

Es presencia que no se borra, es raíz que no se ve, es esa sonrisa disimulada que aún vive en mi memoria como si nunca te hubieras ido. 

Y es que en mi mente, nunca te fuiste, aunque sí lo sintió mi piel, pues acostumbrada estaba al sabor de tu miel.

La mayoría de los días

 

No busco compasión en los besos, ni alivio en palabras que no saben tocar. Busco eso que nadie puede llenar, ese hueco que no se nombra, pero que pesa.

Lo que sufrió mi corazón con tu partida no se mide en lágrimas, sino en silencios que se repiten la mayoría de los días.

No hay gesto que lo calme, ni abrazo que lo distraiga. Solo esta presencia tuya que no está, pero insiste. 

La mayoría de los días, te pienso sin querer, te siento sin tener, te nombro sin decir.

Y aunque no busco compasión, a veces me gustaría que alguien entendiera que no es tristeza lo que llevo, es memoria viva, es amor que no se apaga aunque tú ya no estés.

Te beso

 

No te beso solo por placer

o por impulso de sentir tu piel

lo hago por quiero saber

a qué sabe ese pedazo de piel.

Te beso porque quiero hacerte saber 

que más allá de un impulso 

hay sentimiento que quiere florecer

tratando de que no muera, cada atardecer.

Y por tener el privilegio de beber

ese nectar que sabe a mujer

en tan solo ese pedazo de piel

que esos labios ardientes, me puedan ofrecer.

Te beso como quien quiere tener

la dicha inmensa de tocar tu piel

en tan solo el pequeño instante 

que un beso me pueda ofrecer.

Te beso en pensamiento y al anochecer 

y te beso confiado de poder de vuelta tener

una caricia sublime de esa boca llena de miel

que por ratos me deja a punto de enloquecer.

Te beso para dejarte saber

Que quiero ser parte de todo tu ser

Que deseo fervientemente poderte tener

Entre mis brazos, en cada amanecer.

Fuego y ceniza

 

Fuego y ceniza 

Te fuiste de prisa

Sin medir las consecuencias 

Si que importen las apariencias 

De aquel fuego

Hoy solo quedan cenizas

Y trato de sentir calor

Ya es tarde, solo hay dolor

Que trato de aliviar

Con los tibios recuerdos

Que afloran de repente 

Y atormentan, mi mente.

Te busco entre los escombros 

Y no sé si sea lo adecuado 

Pues al hacerlo me deja trastornado

Y de a poco pierdo la cordura

Aunque trato de mantener la compostura 

Siento flaquear mis sentimientos 

Y trago fuerte para mis adentros 

Evitando que aparezcan las lágrimas 

Legítimas o no

Por ahora no tienen cabida

Pues es solo un trance de esta vida

Que la llevo un poco apagada.