viernes, 17 de octubre de 2025

Donde habita la lejanía

Extrañar no es sentir que faltas, es entender que no estás. Es mirar el lugar donde solías estar y descubrir que el aire ya no te recuerda.

No es ausencia, es vacío. No es distancia, es la falta de tu peso en mi mundo.

Es ese instante en que el alma se da cuenta de que algo se ha ido, no porque partió, sino porque dejó de resonar.   

Y entonces, el corazón no llora, solo se queda quieto, como quien espera que el eco vuelva a hablar.

No es que te hayas ido, es que el tiempo dejó de pronunciarte. 

Y yo, me quedé esperando que el viento trajera tu nombre.  

Extrañarte no es llorarte, es buscarte en cada gesto, en cada sombra, en cada silencio que se parece a ti.   

Hay vacíos que no duelen, solo pesan. Como el hueco que deja tu risa cuando el día amanece sin ti.  

No estás, pero el café aún huele a tus mañanas. Y el rocío, a veces, me susurra que soñaste conmigo.  

La lejanía no se mide en kilómetros, sino en suspiros que no llegan, en abrazos que no se dieron, en palabras que se quedaron a medio decir.   

Te pienso sin llamarte, te nombro sin voz, te espero sin reloj. Porque hay presencias que no se rinden al olvido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leernos

De amor no moria

Te esperaré

  Te esperaré  Cómo la tierra a la lluvia El mar al río  El hambriento al desafío. Te esperaré  Cómo el sol a la luna La sal a la aceituna  ...