Frías son las caricias que no se dan
Y calidas aquellas que que nos guardamosAún en los espacios más pequeños
Sentimos su presencia, aunque sea solo en sueños.
Caminamos muy de prisa,
Sin apreciar esa sonrisa,
que nos puede cambiar el día, solamente con haberla observado, con alegría.
Alegria que aveces rechazamos, sabiendo que esta tan cerca,
Y soberbios nos comportamos,
sin ganas de ser agradecidos,
y solo nos fijamos en aquello que no hemos recibido.
Más por todo nos quejamos,
sin darnos cuenta,
que nosotros mismo alejamos,
aquello que por dentro llevamos,
y que por orgullo, no afloramos
Nos sentimos dueños del mundo,
sin saber que en tan solo un segundo,
podríamos terminar de existir,
sin apenas haber podido reír.
Vamos dándonos golpes de pecho,
por el tan solo hecho,
de no haber sabido amar,
justo el momento que ya,
al otro mundo, tenemos que marchar
Cuando ya no queda nada más que hacer
Queremos volver a nacer,
y cuando tuvimos todo para ser felices,
nos olvidamos de hacer, lo que era más fácil, y estaba justo frente a nuestras narices.
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