Calor intenso

 Ella era su anhelo cegado,

por una pasión llena de pecado,
él, poco a poco se fue derritiendo,
Al compás que el fuego los iba consumiendo.

Aún así ella entre sus brazos lo atesoraba,
y con pequeñas piscas de sus pedazos se quedaba,
él sabía que así fuera con el ultimo aliento,
serían dos cuerpos unidos por el mismo sentimiento.

De ese calor tan intenso,
solo las cenizas fueron quedando,
y a medida que el tiempo iba a avanzando,
un solo cuerpo inerte, fueron formando.

Y así con el paso de los años,
no supo si era metáfora o solo sueños,
y le quedaba la intriga de saber que hubo, de aquel amor,
que por más que quisiera olvidar
Nunca, nunca amaría con el mismo calor.

Calor que todavía sentía por dentro,
que lo quemaba y se nutría de los recuerdos,
de aquellas noches tan placenteras,
donde su cuerpo entre sus brazos, era como danza de esas postreras.