Salen sin permiso
Las dejo rodar
Les hago caso omiso.
De pronto mojan las sabanas
Y se quedan allí sin permiso
Se adueñan de ese espacio
Y yo me hago el olvidadizo.
Tocan a mi puerta, la de la razón
No sé si está cerrada o abierta
No importa,
Son las lágrimas que invaden mi corazón.
Seco mis ojos
No sé si estoy triste
Ni por qué lloro
Solo es un instante.
Dejo caer otro llanto
Esta vez lo deseo
Siento oprimido el pecho
Es por ti, no estas en mi lecho.
Ya casi está amaneciendo
Siento frio, y estoy sufriendo
No sé porque, las lágrimas sin permiso
Están nuevamente, saliendo.
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