Al apagar la luz
Me invade la soledad
Aún a esta edad
La siento como una cruz.
La invito a dormir conmigo
Para entrar en confianza
Con la más firme esperanza
De que algún día lo sea contigo.
Y me manifiesta sus anhelos
Y yo la escucho muy atento
Para no huir lo intento
Y hago de todo para evitar el desvelo.
La charla es muy extensa
Que pienso que está cómoda
Porque se arrima a la alcoba
Y me arrulla en la oscuridad muy tensa.
Ya cansado de su charla
Me hago el desentendido
Y la invito a veranear a mi nido
Cual, si fueras tú, la que habla.
Más el Alba me sorprende despierto
Y la soledad continúa dormida
En mitad de mi cama medio encogida
Como para no hacerse sentir, está allí, ha vuelto
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