lunes, 18 de septiembre de 2023

El espejo y yo

 Mirando fijamente al espejo

empecé a soltar mis miedos

y a medida que los sacaba

me quedaba más perplejo

al palpar aquello que me atormentaba

y por supuesto que me puse a llorar

al sentir un alivio en el corazón

sin saber la causa ni la razón

de hacer aquella terapia

que me dejaría aliviada mi alma.


Luego vino el silencio

y comprendí que todo era pasajero

los instantes de pasión

los alaridos del corazón

los besos de sabores intensos

y hasta los mágicos atardeceres

y aun mas los más íntimos placeres

pues algunos son tan fugaces

como las estrellas en el cielo

las dejas de mirar un instante

y al siguiente segundo, ya no están

y te emocionas nuevamente

con el brillo de cualquier lucero

hasta que por sí solo

sabes que no es sencillo

mirar la inmensidad

sin perderte en ese cielo, una eternidad.

Recapitulas tu vida

y crees que hiciste lo correcto

que la herida de ese amor

ahora solo la puede curar, otro momento

que quizás sea más duradero

y no te cale los huesos, como el frio invierno

que sentiste cuando se marchó

y te dejo en un mar de inseguridades

 por todas las cosas que disfrutabas

y que de pronto, sentías que se terminaban.


Suspiras profundo, y dejas escapar un chasquido

son tus dientes, apretados para no llorar

para no gritar

para no expresar lo que sientes por su ausencia

más eso ya es parte de tu pasado

y el espejo, hoy te lo ha demostrado.

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