El café se enfría, esperando tu regreso
las ganas se congelan, mientras trato de conservar la calma
deseo tanto que estés en mi regazo
para llenarte de besos y abrazos.
No es costumbre, sino la vida propia
que se transformó cuando te fuiste
y no puedo con esta condena
de estar alejados, ya tanto tiempo.
No basta con recordarte, el aroma a café me lo deja saber
y soñarte en las madrugadas, eso es solo una parte
de todo aquello que a diario vivo
esperando que este amor pueda curarse.
Sé que con solo mi deseo, no es suficiente
para que decidas volver a mi lado
eso depende de lo que tú corazón decida
y que no sea duradera, esta partida.
El café está frío en su totalidad
lo llevo a luego para calentarlo
y seguir a la espera de tu regreso
pues tengo a flor de labio. todos los besos que no nos hemos dado.
El último sorbo me sorprende dormitado
que siento que me abrazas con sutileza
pues este amor es infinito
que por nada del mundo, me daré por vencido.
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