Perdón, ayer estuve muy ocupado para poder escribirte
y no me dió tiempo nada más que para pensarte
quizás esos pensamientos fueron fugaces
o talvez no tuve tiempo, nada más que para recordarte.
Perdón por ser tan egoísta
y pretender que merezco tu atención
sí a ciencia cierta esa forma de reacción
no se compadece con lo que deba ser.
Perdón por no buscarte,
pues desde mi punto de vista
este idilio sería inquebrantable,
nada ni nadie lo rompería.
Perdón por ser tan optimista
y dejar que otras actividades se adueñaran de este reducto
que dejara de insistir o dejará ser importante.
Perdón por no permitirme olvidarte
y seguir creyendo en el amor, aún a costa del bienestar
pues por más que pasen los años
nunca, nunca, te voy a olvidar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por leernos