El beso prohibido
que nos dimos a escondidas
el abrazo sincero
que nos fundió en un te quiero.
La sonrisa indiscreta
que nos envolvió en un espacio
el calor intenso
que nos llevó hasta el cansancio.
Los pasos cautelosos
para fingir que todo era perfecto
que no sabíamos que nos amabamos
hasta que nuestros cuerpos juntarnos.
Jugamos con fuego
sin temor a que nos quemaramos
desafiamos al destino
que nos puso en el mismo camino.
Caminamos hacia el placer
y dejamos que sucediera lo impensable
de amarnos con locura
con mucho y con lo indispensable.
Desafiamos al tiempo
pues lo que sentimos era tan intenso
no había cordura
solo amor y locura en todo momento.
No hay nada que reprochar
todo lo que vivíamos
si te volviera a encontrar
lo haría de nuevo, volverte a amar.
Sea en esta o en otra vida
sería perfecto de nuevo probar
aquel amor intenso
que siendo prohibido, pudimos disfrutar.
El peso de los recuerdos
calan dentro en cada invierno
y provocan desvelos escalofriantes
que me llevan al mismísimo infierno.
Y lo sé porque conocí el paraíso
que aquieto mis días de prisa y permitío que fuera feliz
mientras te besaba tu boca, y me llenaba de tu sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por leernos