Solo se muere cuando quien a partido primero es olvidado, mientras eso no suceda seguirá vivo.
Pues los momentos compartidos
No son fáciles de desechar y olvidar
Se muere cuando el legado no hace mella
Y cuando las vivencias no dejan huella.
Mientras tanto seguiremos viviendo
Aunque físico o estemos presente
Siempre habrá algo que nos refresque su presencia
Pues los momentos compartidos, serán más grandes que la misma ausencia.
No sé muere si en la mente y el corazón
Llevamos presente al amigo que fue parte de nuestras locuras y travesuras
Y que seguiremos sintiendo, aunque eso signifique que nos sintamos ofuscados.
Más todo lo que las vivencias nos haya provocado
Serán eternas como testigos vibrantes de cada instante
De cada espacio, de cada sonrisa, de todo aquello que lo disfrutamos sin ninguna prisa.
No sé muere mientras en nuestros corazones siga ardiendo esa llama
Que nos impulse a seguir recordando
A aquel que se adelantó al camino inevitable de la partida.
Mientras tanto sigamos viviendo y recordando.
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