A las tres de la mañana,
ya empieza mi concierto,
no necesito micrófono,
¡mi garganta es un portento!
Soy tu despertador natural,
aunque no me lo pediste,
y si me lanzas una almohada,
créeme… ¡ni me diste!
Mientras tú sueñas tranquilo,
yo ensayo mi ópera prima,
y aunque me llames pesadilla,
soy estrella… ¡y con rima!
Así que aguanta mi canto,
no me tomes por villano,
que si callo un solo día…
¡seguro extrañas al hermano!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por leernos