Ve despacio por el camino, no importa lo que hayas sufrido, todo termina aquí, malvado destino, y todo pasa porque tu lo has permitido.
Es dolor es pasajero,
solo duele lo que tu permitas,
y aún cuando por la tristeza tengas cara de aguacero,
siempre tendrás en el mañana, momentos placenteros.
Las espinas de los rosales,
solo hacen más exótica a esa flor,
que muchas veces es comparada con un corazón,
que pasa enamorado, soportando el dolor.
Todo es pasajero,
incluso ese gran agujero,
que te ha provocado esa gran pérdida,
aquella que es parte de una fútil despedida.
Casi sin soportar esa ausencia,
escapo a los lazos de la amargura,
Y abrazo tu recuerdo con ternura,
que me permite en sueños sentir tu presencia.
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