Entrega.

Un acto de amor sublime, 

Es aquel que me das cada vez que eres mía
Así cada recodo de tu cuerpo, me mantiene el Alma viva cada día.

Sabiendo que no soy el dueño de tus pasos
Pero si de tus besos y abrazos
Al saborear la fragilidad de ellos
Como cuando estas abrazando a un pequeño.

Es tan sutil tu forma de entregarte
Que hace que por siempre quiera amarte
Y llenarte de besos prohibidos a cada instante.
Y aferrarme a ti, y nunca más soltarme.

Esa mirada tan perturbadora
Es la misma que me desarma aquí y ahora
Que me derrite como un frágil chocolate
Con ese calor intenso que con nada se combate.

Y así me dejo seducir por tu belleza
Y hago hasta lo imposible por no alejarme de ella.
Y hago que mi piel se acomode a la tuya
Como bebé, que a tu lado se arrulla.

No quiero despertar de esta fantasía
Quiero que mi vida siga así, con mucha alegría
Sentir que me subes al cielo cada vez que te hago mía
Que no importa tiempo ni espacio, solo sé que por ti late mi corazón más fuerte, cada día.