Sin darme cuenta, en tu juego fui cayendo
poco a poco en él me iba sumergiendo
tus besos eran como telaraña que atrapan
y en cada sacudida, de pasión me empapaban.
Cada día, era como una trampa mortal que me atrapaba
y con solo un simple gesto, a amarte me incitabas
era imposible negarme a lo prohibido
estaba a tu merced, en tu mundo sumergido.
Había perdido hasta mi propia voluntad
ya no sabía si era yo o un espectro
pero me gustaba todo aquello que me ofrecías
caricias locas, besos ardientes, aunque el alma estaba vacía.
Pero eso para nada raro me parecía
yo solo quería amarte de noche y de día
recorrer toda tu geografía
sin detenerme si algún obstáculo aparecía.
Cada noche eran de absoluto placer
cada mañana me dabas el más tierno amanecer
sabía que algún día podrías desaparecer
aun así, de ti me dejaba querer.
Y el tan inesperado final había llegado
una hermosa tarde, en mi lecho te había esperado
más llego la noche taciturna y no apareciste
al fin comprendí, que como presagiaba, despareciste.
Amor ciego, pero amor del bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias Aileen
Eliminar