¡No quería ser tocada,
solo sentirse amada,
y por unos brazos sentirse abrazada,
y que al final, su alma se sienta aliviada!
De amores pasados y perversos,
Estuvo lleno todo su universo
Por ahora quería sentirse protegida
Y no señalada, como siempre sucedía.
Todos se sentían con derecho a utilizarla
Nadie la quería ni la valoraba
Era la dama de la esquina
La que después de usarla, le dejaban la propina.
Por eso siempre de madrugada soñaba
Que apareciera su príncipe y la rescatara
Aunque en el fondo ella sabía
Que talvez eso, nunca sucedería.
Aun así, nadie se atrevía a ser ese príncipe
Por miedo a ser señalados, y evitar Lo que la sociedad dice
Llevarse a la cama a una mujer sencilla
Eso sucedía, solo en las más grandes pesadillas.
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