¡Si mi fuego te sofoca!
jamas fue mi intención
lo único que quería era que escuches lo que dice mi corazón
Mi ímpetù y mi furor tienen una razón
y talvez no sea lo suficiente para convencerte
de que mi vida cambio completamente, al conocerte.
¡Dirás, si apenas nos vimos!
y estás en lo correcto, más cuando los sentimientos afloran
no existe lugar, tiempo ni hora.
Solo nos damos cuenta que somos frágiles
y que no sabemos en qué circunstancias vamos a encontrar las emociones
y eso solo sucede, cuando se agitan los corazones.
Y no hay pretextos para manifestar lo que se siente
aunque una declaración así de repente
puede causar confusión a la persona a la que se la dices.
Aunque en estos casos, la paciencia es primordial
para no sofocar a esa persona, y esperar que se aclaren sus ideas
y esperar que si lo manifestado
ha llegado al lugar indicado.
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