Quiero

 Quiero hacerte el amor sin más excusas 

quiero besar tu cuerpo de punta a punta 

Aunque a vecese extraño cuando preguntas 

¿quien es ? y eso me asusta

Quiero que te decidas a intentarlo 

y no quede solo en ganas sin lograrlo

 Y que hagas de tu vida una costumbre 

eso solo te llevará a que del amor no disfrutes.

Quiero ser el que te haga suspirar eternamente 

y que cada mañana me lleves en tu mente.

Quiero ser el dueño de tus besos

y que esperes por mi regreso.

Quiero que saques tiempo para amarnos 

y que disfrutes de esta pasión, hasta el cansancio.

Tiempo

Dicen que el tiempo cura las heridas 

y que con el paso de los días, todo se olvida

más ese decir, no se cumple a cabalidad

pues aún no te he dejado de amar.

Y olvidar tus besos, imposible 

pues mi piel aun es sensible 

a cada toque de tus manos

que las imagino a pesar de los años.

Hago mil cosas para distraerme 

y olvidar que el tiempo, tus besos pueda traerme

y cada pensamiento en mi mente

te trae de vuelta, constantemente.

Con razón o sin ella

ya no pido deseos a las estrellas 

pues como algunas son fugaces 

así fue tu amor que me entregaste.

Cada recuerdo va en tu dirección 

que acelera a prisa mi corazón 

y deja un rastro de ansias y de dolor 

al no tener tan cerca este amor.

Amor que se fue más que una relación 

que incluso me atrevo a pensar que se convirtió en una religión 

de la cual hoy formo parte

y solo quiero tus besos, y no los encuentro por ninguna parte.

Al final de este episodio 

espero con paciencia tu regreso 

y mientras mi mente prepara ese momento 

me conformo con revivir aquellos instantes, que fueron dicha en cada encuentro.

El recorrido

 Mientras recorro tu geografía 

Te beso la boca y te hago mía

Me iluminas con tus ojos 

Me llevas al precipicio en cada encuentro 

Que siento que muero, estando allí dentro

Encarcelado en tu piel.

Piel que se eriza con el solo roce

De mis manos y te llenas de goce

Mientras me animo a besarte nuevamente.

Agitas tus caderas, como remolino en el mar

Que me llevas al éxtasis y quiero más 

Me despido con un beso, hasta el próximo encuentro.

Besos prohidos

 El beso prohibido 

que nos dimos a escondidas 

el abrazo sincero 

que nos fundió en un te quiero.

La sonrisa indiscreta

que nos envolvió en un espacio 

el calor intenso

que nos llevó hasta el cansancio.

Los pasos cautelosos

para fingir que todo era perfecto 

que no sabíamos que nos amabamos 

hasta que nuestros cuerpos juntarnos.

Jugamos con fuego 

sin temor a que nos quemaramos 

desafiamos al destino 

que nos puso en el mismo camino.

Caminamos hacia el placer 

y dejamos que sucediera lo impensable 

de amarnos con locura

con mucho y con lo indispensable.

Desafiamos al tiempo 

pues lo que sentimos era tan intenso

no había cordura 

solo amor y locura en todo momento.

No hay nada que reprochar

todo lo que vivíamos

si te volviera a encontrar

lo haría de nuevo, volverte a amar.

Sea en esta o en otra vida

sería perfecto de nuevo probar 

aquel amor intenso

que siendo prohibido, pudimos disfrutar.

El peso de los recuerdos 

calan dentro en cada invierno 

y provocan desvelos escalofriantes

que me llevan al mismísimo infierno.

Y lo sé porque conocí el paraíso 

que aquieto mis días de prisa y permitío que fuera feliz

mientras te besaba tu boca, y me llenaba de tu sonrisa.

Los años

 Procura que los años que te caen encima, no te pesen.

que te pese aquello que dejaste de hacer  o quizás lo que hicistes mal y no lo reparaste a tiempo.

Que no te pese estar llegando a una edad donde te empieza a doler todo, más recuerda que nuestros males o dolencias son insignificantes al lado de lo que otras personas padecen.

Si te sientes como fruta deshidratada, métete en un cubo de agua o en un río donde te hidrate el cuerpo y también el alma.

Que nada te impida vivir lo que quieres vivir, incluso aquello que no hiciste de joven, quizás por miedo, por vergüenza, por las responsabilidades que tuviste que afrontar.

La vida es de momentos y la felicidad se nutre de pequeños episodios que experimentados cada día.

Recuerda que somos aves de paso, y mientras tengamos aliento debemos de plegar las alas y volar, no importa que caigamos.

Y si nos llaman locos, pues vivamos esa locura con la intensidad que nos permitan las fuerzas.