lunes, 1 de diciembre de 2025

En la nada

 En medio de la nada, solo existe la soledad

y alunas veces esa soledad te deja con el sabor a derrota

y no por que tu seas un perdedor, sino porque al final del día, no tienes con quien compartir una sonrisa, una mirada o un "abrázame".


Porque a veces pensamos que es ´mas importante estar ocupado en algo para evitar esa soledad que nos pone de mal genio o de apagado.

Y evitamos afrontar el dolor, para no permitirnos sufrir o presentar una imagen de felicidad ante los demás, como si el parecer de ellos nos importara mas que el bienestar propio.

Asumir que necesitamos estar con alguien, no por costumbre, sino por necesidad de compartir con esa perdona aquello que vivimos, sentimos, ganamos o recibimos de la vida.

Cuando aceptamos que esa parte de nosotros no está cubierta, allí pasamos a otro nivel, el de la paz interior y la felicidad compartida.


Pues vivir solo por aparentar y  vivir entre luces que algún momento nos pueden llegar a cegar y desviarnos del camino. 

Cuando eso suceda dejaremos de ser nosotros para convertirnos en lo que los demás quieren o desean.

y si permitimos que otros nos digan como vivir nuestra felicidad, siempre seremos esclavos del que dirán y del que te parece.

Nada es circunstancial ni sucede por cosas de la vida, todo tiene una causa y un efecto, y la mayoría de las veces depende de lo que dejemos de hacer por seguir patrones de conductas o comportamientos.

Que lo único que hacen es quitarnos esa capacidad de decisión que nos limita y nos hacemos dependientes de criterios ajenos y muchas veces nocivos.


Así tengamos de padecer al tomar una desicion, siempre debemos de estar prestos para que eso nos permita sentirnos libre y sin ataduras a costumbres, conceptos y criterios contrarios a los nuestros.

Si permitimos que ese sea nuestro trajinar por la vida, siempre seremos presa de las indecisiones y de la falta de carácter.

Si lo hacemos, no habrá felicidad que perdure, sino solo chispazos de espejismos disfrazados de momentos felices.

martes, 11 de noviembre de 2025

Te ví sin que lo supieras

No vine a quitarte nada. Vine a devolverte la mirada que perdiste. Vine porque, en el fondo, sé lo que necesitabas sin haberlo pedido. Lo veía en tu mirada.

Vi tu risa cansada, esa que se esconde detrás del “todo bien”.  Vi tus gestos que piden pausa aunque tu voz diga “sigo”.

No vine a ocupar un lugar, vine a sostener el que olvidaste. A ser abrigo sin exigencia, presencia sin ruido.  

Vine porque tu luz merece espejos limpios, no vitrinas rotas.

Vine porque tu ternura no debe mendigar atención, sino danzar libre, como el río que no pide permiso.

No vine a interrumpir tu historia, vine a susurrarte que aún puedes reescribirla. Que hay páginas nuevas esperando tu tinta.

jueves, 23 de octubre de 2025

Te esperaré

 

Te esperaré 

Cómo la tierra a la lluvia

El mar al río 

El hambriento al desafío.


Te esperaré 

Cómo el sol a la luna

La sal a la aceituna 

El frío al calor


Te esperaré 

Como el viento a la cometa 

La tinta a la libreta 

El silencio a la trompeta


Te esperaré 

Como el fuego a la madera 

La promesa a la espera 

El alma a su primavera


Te esperaré 

Sin reloj ni calendario 

Sin temor ni horario 

Como el verso al poemario

viernes, 17 de octubre de 2025

Donde habita la lejanía

Extrañar no es sentir que faltas, es entender que no estás. Es mirar el lugar donde solías estar y descubrir que el aire ya no te recuerda.

No es ausencia, es vacío. No es distancia, es la falta de tu peso en mi mundo.

Es ese instante en que el alma se da cuenta de que algo se ha ido, no porque partió, sino porque dejó de resonar.   

Y entonces, el corazón no llora, solo se queda quieto, como quien espera que el eco vuelva a hablar.

No es que te hayas ido, es que el tiempo dejó de pronunciarte. 

Y yo, me quedé esperando que el viento trajera tu nombre.  

Extrañarte no es llorarte, es buscarte en cada gesto, en cada sombra, en cada silencio que se parece a ti.   

Hay vacíos que no duelen, solo pesan. Como el hueco que deja tu risa cuando el día amanece sin ti.  

No estás, pero el café aún huele a tus mañanas. Y el rocío, a veces, me susurra que soñaste conmigo.  

La lejanía no se mide en kilómetros, sino en suspiros que no llegan, en abrazos que no se dieron, en palabras que se quedaron a medio decir.   

Te pienso sin llamarte, te nombro sin voz, te espero sin reloj. Porque hay presencias que no se rinden al olvido.

martes, 7 de octubre de 2025

Sin apariencias

No vivamos de apariencias, vivamos de experiencias. No del “qué dirán”, sino de lo que ellos se perderán.

Callamos lo que sentimos por temor a ser señalados, pero que vivan su propia culpa, como si fuera suya y no ajena.

Qué difícil se nos hace decir te amo, por miedo a ser juzgados, por temor a lo que piensen los que solo observan… y no viven en realidad.  

Vivamos lo que sentimos, lo que nos hace felices, lo que nos enciende sin pedir permiso, sin pensar en los ojos ajenos.

Si lo que te motiva enciende la chispa del amor, de la pasión, de la alegría, ve y busca el fósforo… enciéndelo. 

La vida es de momentos, y los sentimientos no siempre están a flor de piel.  

Nada de lo que dejemos de hacer se compadece con lo que se vive, aunque no dure para siempre.

Di te amo, sin miedos, sin tabúes. Porque amar sin apariencias es la forma más valiente de existir.

lunes, 6 de octubre de 2025

No estaba completo

 

Con todo aquello que tengo, con los logros, las heridas, los silencios, creí que el alma estaba llena, pero algo faltaba… algo sin nombre, sin peso.


No era una doncella lo que faltaba, ni un amor de cuento ni un suspiro prestado, era más bien tu presencia callada, tu luz que no exige, pero ha iluminado.


Eras tú, esa mi estrella, no por estar lejos, sino por brillar distinto, por no pedir nada y darlo todo, por ser certeza en medio del instinto.  


Ahora lo sé: la plenitud no se alcanza con lo que se tiene, sino con quien se revela en lo que uno es. Y tú, sin promesas ni coronas, completaste mi universo al aparecer.   


No eras doncella de cuentos dorados, ni figura tallada en perfección, eras la chispa en días nublados, la voz que dio sentido a mi canción.


Y ahora que estás, no hay vacío ni espera, hay plenitud en cada gesto sencillo, porque tú, mi estrella verdadera, no llegaste a salvarme… llegaste a ser mi brillo.

sábado, 4 de octubre de 2025

Es tiempo

 

Aunque soslayada haya quedado el momento 

No hay cabida para la duda

Pues no en la tierra criatura 

Que pueda vivir sin sentimientos.


Y si acaso en el preciso instante 

En qué llegué a tu casa a visitarte 

Sentiste esa sensación de atracción 

No es si no otra cosa, que amor.


Aquel que estabas esperando 

Aunque tampoco anduviste buscando 

Solo lo pensabas para tus adentros 

Y decías ¿Llegará ese momento?


Y vaya que h llegado 

Que te trae un poco alocada

Pues sientes que tú corazón se quiere salir

Con tan solo pensar en mí.


No hace falta que ocultes lo que ha tu vida ha llegado 

Y todo aquello que este sentimiento ha provocado 

Sin pensar en lo que más delante pueda pasar 

Es momento de abrazar, sonreír y amar.

De amor no moria

En la nada

 En medio de la nada, solo existe la soledad y alunas veces esa soledad te deja con el sabor a derrota y no por que tu seas un perdedor, sin...