En mi mente están los recuerdos
En mis labios tus besos
En mis manos tus caricias
En mis ojos tu imagen
En mi corazón mis sentimientos
En cada rincón, tu figura
En mi alma, tu alma misma
En mis devaneos, tu cuerpo desnudo
En mi sonrisa, se estaciona la tuya
En cada amanecer como dulce melodía me arrulla.
En mi corazón se estacionan los bellos momentos
Donde fuimos poesía en cada encuentro
En cada espacio de mi piel
No hay sino tu fragancia
Tu aroma
Tu sabor
Tu exquisita inteligencia
Tu suave hermosura
Tu grotesca perspicacia
Tu infinita entrega
Tus delicadas caricias
Tu vientre enardecido
Tu ingenuidad descarada
Tu punto G que no había sido explorado
Tu remordimiento después de la entrega
El cansancio luego de cada faena.
En mis brazos están los tuyos
En tu ausencia está la mirada distante
Aquella que me derritió por un instante
Está tu voz sensual
Que me decía al oído, siempre te voy a amar.
Está todo aquello que vivimos
Y lo que todavía no concebimos
Y que de cualquier modo en la distancia
Es por ahora, lo que me tiene aquí, componiendo estas semblanzas.